No puedo describir el pensamiento que se me cruzaba, cuando tú me llamabas y yo no podía hacer nada para estar a tu lado, por más que intentaba soltarme de los brazos de Morfeo que me llevababa sin rumbo y mientras Hefesto te envolvía en sus brazos; Yo no podía hacer nada. Quería gritar para que te deje Hefesto; y Yo no podía hacer nada, mientras el mostraba su todas sus fuerzas contra ti. La desesperación era tan inmensa que lo que gritaba no se escuchaba sonido alguno. Sentía que la soledad me invadía, que se alejaba más de ti, por más que intentaba aferrarme a ti, no podía. El sentimiento de culpa me va ganando, la opresión en pecho es cada vez más fuerte y el poder desprenderte de los brazos de Hefesto fue inútil. Ven papá..., cuando de un momento a otro se descuidó Morfeo, yo regresé a la realidad y en eso toque tus mejías y me di cuenta que tu marcabas estabas demasiado caliente, corrí al termómetro y Yo, no pude hacer nada. Dios mío por que me venció el sueño, mientras escuch...